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FE Y RELIGIÓN | FESTEJOS POR MARÍA AUXILIADORA

Con una peregrinación reducida, Curuzú Cuatiá rogó por el fin de la pandemia

Con más de 500 casos activos de covid-19, la ciudad atraviesa un momento muy difícil, que obligó a cancelar las celebraciones presenciales

En el día de María Auxiliadora, un reducido grupo de personas, encabezados por el intendente José Irigoyen, peregrinaron hasta el monumento de la Virgen María Auxiliadora, en la ruta Nº 126. Allí fueron recibidos por el padre Néstor Belmont, de los Salesianos, quien hizo entrega de un obsequio a la directora del Hospital Fernando Irastorza.

Luego se realizó una oración a la Virgen por el pronto fin de la pandemia y una bendición a los presentes.

El 24 de mayo, la feligresía católica celebra el día de la advocación de María Auxiliadora. 

Por la pandemia, esta celebración se realizó el domingo 23 en el patio del Colegio Salesiano San Rafael, en donde el intendente participó de la misa y recibió un obsequio de los celebrantes padres salesianos de Don Bosco. 

En la misa, con presencia reducida de fieles y algunas autoridades municipales, también se realizó la bendición de herramientas, “ya que ella es la patrona del agro y su advocación cobra importancia en estos tiempos difíciles, tal como aquellos que inspiraron a Don Bosco en 1862, cuando dijo al joven salesiano Juan Cagliero: ‘La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora, los tiempos que corren son difíciles y tenemos la necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la Fe cristiana’”, manifestaron en la celebración.

Librarse de los males

“Cuando oramos a María Auxiliadora, esperanza del mundo, le pedimos librarnos del mal. Y el primer mal que se nos cruza es el de la pandemia, pero también hay otros males que tienen que ver con la falta de trabajo, con la economía, con falta de solidaridad o de justicia. Cada uno queremos pedirle a nuestra Madre María que nos ayude a apagar esos males y entregárselos a ella, que va  a saber cómo librarnos”, expreso el padre Belmont.

Durante la ceremonia, realizada el domingo con un público muy acotado y transmitida por redes sociales, el sacerdote de Casa Don Bosco bendijo –además de herramientas de trabajo– unos cuadros con la oración a la  Virgen, que obsequió al intendente Irigoyen. 

El mismo presente se entregó ayer a trabajadores de la salud y de seguridad, durante la procesión hasta el monumento emplazado en el acceso a la ciudad. 

“Queremos agradecer a la comunidad parroquial por trabajar por nuestra sociedad”, expresó el sacerdote.
Recordó que la novena se venía desarrollando con protocolos, pero de manera presencial, hasta que debió suspenderse nuevamente por la situación epidemiológica. “En esos actos están puestos nuestra devoción y nuestros mejores esfuerzos, todo lo que pudimos hacer en este tiempo en que se nos permitió. Ella debe estar contenta con las acciones de sus hijos”, manifestó. 

Al final de la celebración, Belmont y los feligreses presentes oraron y rogaron a María Auxiliadora “librarnos del mal de la pandemia”, expresó el párroco de Don Bosco. 

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