Luces y sombras de un hito y el desafío de las puertas abiertas

Escenario de la vida social y cultural correntina desde hace décadas, el inmenso teatro correntino marcó el pulso del desarrollo de la región. El emblemático edificio, con luces y sombras en su preservación a lo largo del tiempo, hoy cumple 108 años. De cara al futuro, promete volcar su impronta pionera y generadora de cultura tanto hacia teatros del interior como hacia el mundo con el chamamé como patrimonio de la humanidad.
“El teatro como expresión artística y espacio cultural siempre ocupó un lugar preponderante en la sociedad correntina, y eso se vio a lo largo de la historia. Lo que este 25 de mayo cumple 108 años es el edificio del Teatro Vera, aunque antes, en ese mismo lugar, existieron otros edificios. A finales de 1880 también tuvo reformas, ya que, a diferencia de otras ciudades de la región, Corrientes fue pionera en darle un espacio destacado al teatro. Es destacable que ya para 1860 nuestra ciudad tuviera teatro, con un protagonismo importante en la vida social y cultural”, expresó Gabriel Romero, presidente del Instituto de Cultura, al conmemorar un nuevo aniversario del Teatro Vera.
“Desde hace más de cien años, el Teatro Vera es una postal más que significativa en la fisonomía urbana de nuestra capital provincial. De acústica perfecta -junto con el porteño Colón, es considerado ideal para la ópera-, este venerable gigante tuvo en su escenario a Maya Plisétskaya, que fue sede de las galas de rancia etiqueta, cofre de los recuerdos de aquellos que alcanzan los setenta por sus funciones de cine y los bailes de carnaval, cumplió un siglo como un monumento que resistió al tiempo. Aunque tuvo siempre vitalidad, también tuvo luces y sombras”, analizó Romero.
“El Vera marcó, desde sus inicios, el pulso de la vida social y cultural de Corrientes. Fue pionero en la región. El desafío es continuar con programas de puertas abiertas”
Gabriel Romero
Presidente del Instituto de Cultura
A la hora de centrarse en esas “luces”, para Romero lo importante es que el Vera, a lo largo de la historia, marcó el pulso del desarrollo cultural de Corrientes y también de la región.
“El concepto de teatro fue cambiando a lo largo del tiempo. Para nosotros, es muy importante encarar el rol de teatro moderno, dinámico, que albergue a otras expresiones. Hay que recordar que nació como un teatro lírico, que fue abriendo sus puertas con el tiempo. Hasta no hace tanto tiempo, unos 50 años atrás, para ir al teatro tenías que vestir de etiqueta, con traje y corbata. A través de diferentes programas y proyectos, nuestro teatro fue abriéndose a la comunidad, y eso nos parece muy importante”, analizó.
Con programas como “El Vera, fuera del Vera”, o las espectáculos organizados en las escalinatas del teatro fueron sumando “popularidad a lo largo del tiempo, con propuestas donde también pueden ir niños y jóvenes. Hay muchas más obras y propuestas artísticas que se abren a públicos nuevos”, destacó.
También en tiempos de pandemia el coliseo correntino dispuso sus tablas para funciones que utilizaron su escenario para difundir cultura, a través de plataformas digitales y redes sociales.
“Chamamé caña con ruda o Raros acústicos mantuvieron vigente la tradición del teatro para ponerlos en escena, en esta modalidad a distancia con la pandemia”, recordó Romero.
Desde el aniversario del centenario del Teatro Vera a esta parte –en 2013– también han ocurrido cambios que para el presidente del Instituto de Cultura valen la pena resaltar.
“El vínculo fortalecido con el Teatro Colón fue un hito, nos permitió asociarnos con proyectos muchos más grandes que los nuestros, como la actuación de la Filarmónica del Colón en Corrientes, la llegada de José Carreras y también a la inversa, con la actuación de Niní Flores Quinteto presentando chamamé en el Colón”, señaló.
A la hora de apuntalar desafíos para el futuro, para Gabriel Romero, al Vera le aguarda el anhelo de “asistir mucho más a los teatros del interior, como el de Mercedes, Goya, Esquina y Empedrado. Es un compromiso trabajar más con esos espacios, desde la capacitación a los técnicos hasta la programación. Ojalá, cuando se instale una nueva dinámica de normalidad pospandemia, podamos tener también la posibilidad de compartir programación”, expresó.