Pasión y talento de un fotógrafo correntino que triunfa en Europa
Marcelo Corrales se define como un comunicador. Fue conductor y animador, hasta que la vida lo acercó a un mundo que desconocía bastante.

¿Una imagen vale más que mil palabras? A juzgar por lo que ocurre en un mundo en el que cada vez es más importante ver para creer, podríamos estar dándole la razón a esa frase que es casi una máxima desde que me acuerdo. Aunque sin palabras sería absurdo hasta el mismísimo razonamiento, porque indefectiblemente lo que se nos presenta como imagen nos lleva siempre a pensar, sentir y hasta decir (sin decir) en textos, frases, expresiones o vocablos que no siempre serán volcados a un escrito. Las palabras conviven con las imágenes y viceversa.
Y el maravilloso arte de hacernos "decir", soñar, pensar, a través de lo que es solo reflejo de instantes capturados, no es para todo el mundo. Aunque todos tengamos a nuestro alcance hoy la posibilidad de reflejar o retratar, el maravilloso y artesanal trabajo de fotografiar, algunos lo seguimos respetando. Y le damos la derecha a profesionales como este señor al que hoy circunstancialmente cruzo. Un buen tipo que un día salió a buscar su vida fuera de Corrientes, cruzó el océano y, sin querer, se topó con una cámara fotográfica que lo esperaba para pasar juntos el resto de sus vidas.
"La única manera
que tenemos los
profesionales de
destacarnos es seguir estudiando,
perfeccionando
técnicas"MARCELO CORRALES
FOTÓGRAFO
El señor que hoy es un adulto y se fue de joven se llama Marcelo Corrales. Tiene 46 años. Se define como un comunicador, que supo ser conductor y animador, hasta que esas cosas de la vida lo acercaron a un mundo que desconocía bastante. "Comencé a hacer fotografía hace 11 años. Un poco por casualidad y mucho por necesidad.
Estaba en Suiza y no lograba insertarme en el mercado laboral. Se me ocurrió entonces crear una radio con música latina y, para hacerlo, debía incorporar a esa página algo de fotografías. Ese fue el disparador en realidad. Alguien vio mis fotos. Me contrataron para una master class de zumba y te diría que de ahí no paré mas".
De Corrientes al mundo
Marcelo se fue de Corrientes a Europa como tantos otros. Se fue a buscar una mejor vida, harto, quizás. O quizás, detrás de sueños que no estaban tan claros. Y, aunque al comienzo fue muy duro, logró desarrollarse como un verdadero profesional de la fotografía. Hoy, anda de un lado al otro con sus equipos, retratando, reflejando, mostrando. Y, cada vez que llega el verano, se manda para su Corrientes a reencontrarse con sus afectos, con sus amigos, y hasta con los eventos que también se encarga de capturar.
"Mientras viví aquí, fui conductor de radio, presentador de eventos, animador en boliches. Después, cuando fui a Israel, primeramente, hice de todo. Trabajé en hoteles, limpiaba, fui camarero. En España, igual. Hasta que, bueno, se dio lo de la fotografía. Antes debí hacer de todo porque no es tan fácil ingresar a trabajar, incluso no es tan sencillo, como muchos piensan, trabajar o meterse a laburar en todo aquello que en principio parecería ser más sencillo, eh".
Corrales habla desde el presente y mira su espejo retrovisor, advirtiendo quizás a los que solo piensan en irse de que hay que estar bien preparado para juntar las cosas y mandarse a mudar. No es para cualquiera, sin dudas. Y no todo es tal cual lo pintan, porque como dice él, "la salida no está en Ezeiza. La salida está dentro de uno. Uno se debe proponer algo, buscar lo que realmente quiere. Y, a partir de ahí, hacerse su camino. Nada es fácil.
Si uno realmente decide irse, si está convencido, tiene que saber que hay que hacer sacrificios enormes y debe estar preparado para eso. Porque no es solo irse y punto. Es adaptarse a muchos cambios. Te vas y tenés que hacer de todo, convivir con gente que no conocés, compartir lugares, no ver a los afectos, en fin. Por eso digo que está en uno esa salida. Y quien se va debe saber que, si bien afuera podés encontrarte con más y mejores oportunidades, eso se contrarresta con el desarraigo y todo lo que eso conlleva".
La imagen bien entendida
La obsesión que a veces todos tenemos por vernos bien, salir espléndidos y borrar de la memoria ciertas capturas fotográficas hechas con el teléfono parece ser una maldita adicción que no necesariamente se replica en el resto del planeta.
"El tratamiento de la imagen, el cuidado de la imagen, te diría que afuera, o al menos en donde estoy, no es una prioridad. Un ejemplo es el que se ve comúnmente en las playas: las mujeres pueden estar haciendo topless sin ningún problema. Es normal. Nadie se pone a mirar. Y ciertamente pueden estar así mujeres jóvenes, mayores, con mejor físico o menos cuidado. Así como eso, mucho se naturaliza, se sabe común. Y a la hora de analizar lo que se sube en las redes, pasa igual. Allá nunca te escribirían para que le pases o le des una foto, como aquí ocurre".
La vida de Corrales lejos está de ser la de un bohemio. Viaja. Se mueve. Pero de un modo profesional, buscando dejar algo en lo que registra. Su sello no es una marca de agua. Es una necesaria conjunción entre lo que logran ver sus ojos, capturar sus equipos y entender sus demás sentidos. Eso, dice, hace y vuelve distinto a un profesional. "Hoy nuestra profesión convive con nuevos competidores, ya que cualquier equipo, cualquier dispositivo, cualquier celular está cargado de la última tecnología y logra fotos extraordinarias. La única manera que tenemos los profesionales de destacarnos es seguir estudiando, perfeccionando técnicas. Y lo más importante, sentir lo que hacemos. Sentir la fotografía, la imagen, lo que se captura. El plus se da desde la capacidad y el sentir de lo que se fotografía, más allá de que lógicamente es necesario poder contar con los equipos apropiados para poder hacerlo".
El arte de tomar fotos
Marcelo dispara una y otra vez su cámara. Hay chamameceros y también pasistas de comparsas. Dice que fotografiar ambos eventos es "un lujo y un gusto que se puede dar". Y dice también que el placer de estar allí es enorme.
Tan grande como el que lo ha llevado a diferentes escenarios. "He estado con muchos artistas, fotografiando espectáculos y eventos, pero sin dudas el más importante fue el 40 Principales Music World 2021. Se hizo la gala mundial en Palmas de Mallorca. Y ahí fotografié y compartí con artistas como Sebastián Yatra, Ed Sheeran, Rafa Nadal, que fue distinguido en su ciudad natal. Un evento único y maravilloso".
Corrales se mueve en cada escenario como pez en el agua. Se lo ve comprometido y sonriente. Feliz por lo que hace.
Y eso se termina reflejando en el trabajo que realiza cotidianamente. Hoy aquí, en Corrientes; mañana, vaya a saber dónde. Siempre buscando la mejor toma. La foto imposible. La que le llena el alma. Siempre predicando, con la imagen. Que vale. Y nos saca a todos, mil palabras para definir su arte.


