En febrero, una familia necesitó más de $ 177.000 para no ser pobre
La suba superó 1,7 puntos la inflación del mes y la variación anual fue mayor en 8,8 puntos. También se registró un fuerte incremento en la canasta alimentaria, que mide la indigencia: se encareció 11,7 %.

En febrero, la canasta básica total (CBT) subió 8,3 % y alcanzó los $ 177.063, según la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dada a conocer ayer. Se refiere al estudio que mide el total de gastos que debe hacer una familia tipo -cuatro integrantes- para cubrir el 100 % de sus necesidades básicas durante un mes; por lo que los hogares que no tienen ingresos suficientes para llegar a dicho parámetro son considerados "pobres".
Mientras que la canasta básica alimentaria (CBA), análisis que toma en consideración solo los gastos necesarios para cubrir las necesidades alimenticias -determina la línea de la indigencia-, tuvo un incremento del 11,7 % y alcanzó los $ 80.483 para un grupo familiar tipo.
En los dos casos, los aumentos fueron bastante superiores a la inflación, que avanzó 6,6 % en ese mismo mes en la media nacional (la CBT la superó por 1,7 puntos y la CBA, por 5,1 puntos). Cabe recordar que en el NEA fue de 7,8 %. Lo preocupante es que los insumos de primera necesidad están aumentando a mayor ritmo que el IPC general, a pesar de los controles de precios en alimentos y combustibles.
Interanual
También son considerables las diferencias en las variaciones acumuladas de los últimos doce meses. Es que mientras la inflación tuvo un incremento del 102,5 % (de febrero de 2022 a igual mes de 2023), la CBT aumentó 111,3 % (8,8 puntos más que el IPC) y la CBA presentó una variación del 115,1 % (12,6 puntos por arriba del IPC general).
Un punto a tener en cuenta es que, aunque la CBT oficial es la que se mide para una familia tipo (hogar compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31, un hijo de 6 años y una hija de 8), el nivel de gastos para cubrir las necesidades básicas es en realidad muy diferente según la composición de la familia.
Lo mismo ocurre con la canasta básica alimentaria. El Indec utiliza el modelo del hogar de 4 integrantes para determinar la línea de la indigencia; sin embargo, la medición varía considerablemente según la cantidad de personas y sus respectivas edades.
Sueldos retrasados
Si bien las diferencias porcentuales entre las subas de las canastas básicas y la inflación llaman la atención, se advierte con mayor preocupación la diferencia que ambas canastas le sacan a los salarios.
Según los datos oficiales del Indec, durante el 2022 el salario promedio aumentó 90,4 % a nivel nacional. El mejor desempeño lo tuvieron los sueldos de los trabajadores del sector público (99,4 %), mientras que los privados tuvieron un ajuste del 93,8 % y los informes lograron una actualización de apenas el 65,4 %.
En ese mismo período (enero a diciembre del 2022), la canasta básica total tuvo un aumento del 100,3 %, lo que significa que se incrementó 9,9 puntos porcentuales por encima del promedio de los salarios. La diferencia con los trabajadores informales llegó incluso a los 34,9 puntos.
Mayor aún es la brecha con la canasta básica alimentaria. La CBA, según informó el Indec, aumentó 103,8 % entre diciembre de 2021 y el último mes del 2022.
Por tanto, la diferencia en ese caso fue de 13,4 puntos con el promedio general de los salarios y de 38,4 puntos porcentuales con los que peor la pasaron: los informales.
Con los informes de los próximos meses se podrá confirmar si esa diferencia persiste o no, pero los aumentos de los productos de primera necesidad dejaron una marca difícil de superar para los ingresos de los trabajadores en estos primeros meses de 2023.