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PREOCUPACIÓN GREMIAL

Los sindicatos, con la guardia alta ante el posible ajuste del próximo gobierno

La CGT se reunió ayer y decidió seguir de cerca las medidas que se tomen luego del 10 de diciembre. Un día antes, ATE se declaró en estado alerta y asamblea permanente. 

La Confederación General de Trabajo (CGT) tuvo ayer su primera reunión tras el triunfo de Javier Milei en el balotaje contra Sergio Massa. En ese ámbito, una veintena de dirigentes compartieron su preocupación por algunos anuncios del presidente electo, como la paralización de la obra pública y la privatización de las empresas públicas, y efectuó su primera advertencia al gobierno que viene: "Si avanzan sobre los derechos sindicales, vamos a tomar medidas", dijo el cotitular cegetista Héctor Daer (Sanidad) cuando terminó el encuentro, que se extendió por más de tres horas.

A espalda de los líderes de la CGT, en una pantalla gigante la consigna era "Ni un paso atrás" y se mantuvo durante todo el encuentro sindical. 

En línea con la CGT, un día antes, el miércoles, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) rechazó los anuncios del presidente electo ya que "abren paso a un ciclo de miles de despidos" y se declaró en estado de asamblea permanente en todos los organismos de la administración pública nacional, provinciales y municipales.

De todas formas, en la CGT se decidió esperar a la asunción del nuevo gobierno e iniciar un seguimiento de las medidas que se apliquen para evitar que afecten el empleo y los salarios. "Nadie se va a pintar la cara antes de tiempo, pero vamos a mantener la guardia alta y hacer el monitoreo de las medidas que el nuevo gobierno pueda adoptar en perjuicio de los puestos de trabajo, los salarios y los derechos sociolaborales", advirtió uno de los sindicalistas que participó del debate de la mesa chica cegetista, en su versión ampliada, que deliberó en la sede de la Uocra.

Allí, luego de más de tres horas, se coincidió en "sostener más que nunca la unidad" de la central obrera ante el nuevo escenario político y en ratificar "el sostenimiento de la vigencia de la negociación paritaria como bandera para sostener el poder adquisitivo de los salarios".

Este estado de alerta temprana de los sindicatos se da pese a que el libertario reiteró sus propuestas durante toda la campaña y aún así lo votó el 55 % del electorado habilitado para sufragar en el balotaje. 

Así, los que ya están en pie de guerra son los sindicalistas que representan a los trabajadores del Estado, como ATE, por el fuerte ajuste fiscal que proyecta el próximo gobierno y, además, porque Milei no confirmó el pago del medio aguinaldo de diciembre al sector público, aunque enseguida aclaró que "ajustará otros gastos" y que "a la gente no se la toca". 

Otro frente de conflicto se abrió cuando el presidente electo confirmó que quiere privatizar empresas públicas como YPF, Aerolíneas Argentinas, Télam, la TV Pública y Radio Nacional, en algunos casos entregándoselas a sus empleados.

De la misma forma, causó impacto que Milei haya advertido que el 11 de diciembre "se termina la obra pública porque no tendremos plata", decisión que pondrá en crisis al sector de la construcción: el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, advirtió que ya se están enviando los primeros telegramas de despidos en las empresas del sector por tales dichos. 

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