Alertan sobre el deterioro de obras a medio terminar por la falta de inversión nacional
La Nación cortó el envío de fondos y algunos trabajos están paralizados hace más de cinco meses. Empresas constructoras advierten que el abandono hace que sea cada vez más complicado poder reactivarlas. Mientras tanto, siguen los problemas para conseguir insumos y hay despidos en el sector.

A la espera del cambio de Gobierno y de las medidas que pueda tomar la nueva gestión en cuanto a los precios y a la inversión en obra pública, las empresas constructoras se encuentran en alerta debido a las trabas impuestas por la Nación en los últimos años. El giro de fondos para trabajos de infraestructura en el interior del país está prácticamente frenado y advierten sobre la situación de algunas intervenciones a medio terminar.
Sobre esta cuestión, el presidente de la sede local de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Rossello, señaló que "hay algunos programas nacionales de obras de agua y cloacas que están desfinanciados, dejaron de mandar los fondos". En diálogo con el programa radial El matutino de Mega, el referente del sector detalló que se trata de intervenciones canalizadas a través del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa).
Al respecto, amplió: "No pagaron redeterminaciones ni certificados de obras terminadas y, aún así, las empresas correntinas siguieron los planes de trabajo". Pero no todos los proyectos se terminaron y muchos se quedaron a mitad de camino, lo cual tiene una doble consecuencia negativa.
"Hay programas nacionales de obras
de agua y cloacas que están desfinanciados, dejaron de mandar
los fondos"
GUSTAVO ROSSELLO
CÁMARA ARGENTINA
DE LA CONSTRUCCIÓN
Según explicó el referente de Camarco, no solo las obras no se finalizan, sino que además se deterioran al estar abandonadas por un tiempo considerable. "Las tareas están ralentizadas y en muchos casos, paralizadas; esto se da en la capital y en muchos lugares del interior de la provincia".
"Hay situaciones que hay que atender", advirtió Rossello, y agregó: "En Corrientes hay 15 o 16 Centros de Desarrollo Infantil (CDI) que se están construyendo y están parados desde hace más de cinco meses porque no mandan el dinero".
Esto, según advierten las empresas constructoras a cargo, hace que las obras se deterioren. "Cuando se las quiera reiniciar va a ser difícil de remontar", alertó Gustavo Rossello.
En este mismo sentido, y haciendo referencia al plan de Javier Milei de que la inversión para las obras deje de ser atendida por el Estado, aseguró que "los privados no quieren agarrar", debido a los daños que genera el paso del tiempo sin intervenciones.
Mano de obra
La paralización de gran parte de la obra pública repercute sobre la mano de obra y muchas constructoras reconocieron que ya está habiendo despidos de personal. "Se habla muchas veces como si las empresas fuésemos grandes corporaciones que podemos parar y después continuar sin problema, pero lo cierto es que la enorme mayoría son pymes", señaló el presidente de Camarco.
El referente del sector fue más allá y no solo habló de despidos, sino que además advirtió: "Hay riesgo real de cierres definitivos de empresas. Ya venimos bajando la cantidad de puestos de trabajo", sostuvo y añadió: "Nos sostenemos especialmente gracias a los trabajos que se ejecutan con fondos provinciales; si no, estaríamos en una situación de inactividad total".
Además de la mano de obra directa, desde el sector expresaron que hay personal indirecto que también está sufriendo las consecuencias y nombraron, entre otros, a los empleados de corralones, areneras, herrerías y carpinterías.
A esto se le suma el problema irresuelto del abastecimiento de materiales. Siguen escaseando los insumos eléctricos y electromecánicos, algo que conspira también contra la posibilidad de que los trabajos puedan avanzar, aunque sea a cuentagotas.
Escenario
Ante el cambio de gobierno y lo que seguramente será un giro importante en materia económica, las empresas constructoras se encuentran expectantes y, por el momento, con cautela y más dudas que certezas.
"Es preferible tener las reglas claras a no tenerlas. Yo prefiero que digan que no van a hacer obras antes que hacerlas y que no me las paguen", expresó Rossello. Ante la posibilidad de que el Estado nacional corte definitivamente los fondos, señaló que "se habla de la iniciativa privada y eso puede funcionar en un país estable, no en una economía tan volátil como la nuestra".


