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Repercusiones

Liberan las importaciones: expectativa por mayor competencia y crítica de la UIA

El Gobierno habilitó el ingreso de productos alimenticios y medicinales del extranjero, en un intento para que bajen los precios y despertó las primeras reacciones en economistas e industriales. En tanto, en febrero una familia necesitó $ 690.000 para no ser pobre.

Con una economía familiar aletargada -ayer se conoció que en febrero una familia de cuatro integrantes necesitó $ 690.000 para no ser pobre-, el Gobierno anunció que liberará la importación de productos de la canasta básica como alimentos y medicamentos, como acción para generar competencia con las producciones locales y así, bajar los precios.

Todo se dio en la misma jornada en la que se conoció una desaceleración de la inflación, dato que fue celebrado por el propio presidente, Javier Milei (ver más en página 4).

En su diaria conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, informó que durante la reunión que el martes mantuvo el ministro de Economía, Luis Caputo, con dueños de grandes cadenas de supermercados, "los empresarios reconocieron la suba de precios por encima de la expectativa de la inflación y por supuesto que el escenario que habían evaluado los empresarios era catastrófico, algo que no ha ocurrido", introdujo el funcionario.

Luego dijo: "Entendemos que la economía de a poco se va normalizando y en esta línea se tomó la determinación de abrir definitivamente las importaciones de determinados productos de la canasta familiar en pos de poder hacer los precios más competitivos en beneficio de las familias y de los consumidores argentinos".

El funcionario agregó que habrá "alguna quita de impuestos" a productos importados para ayudar a la corrección de precios.

Acciones 

La medida incluye, por parte del Banco Central reducción del plazo de pago de importaciones de alimentos, bebidas y productos de limpieza, cuidado e higiene personal: pasarán de un esquema de pago en cuatro cuotas a los 30, 60, 90 y 120 días a un plazo de pago en una sola cuota a los 30 días.

Se determinó suspender, por el plazo de 120 días, el cobro de la percepción de IVA adicional e impuesto a las ganancias a las importaciones de estos productos y de los medicamentos.

Esta medida alentará la importación de productos de la canasta básica cuyo precio en el mercado local sea superior al precio internacional, lo que contribuirá a una mayor competencia y, en consecuencia, a una caída en la inflación y en el nivel del precio de estos productos.

Entre los principales productos beneficiados se encuentran: banana, papas, carne de cerdo, café, atún, productos de cacao, insecticidas, champúes, pañales, entre muchos otros productos.

Reacciones

El economista Gabriel Caamaño afirmó que la medida "debería redundar en mayor disponibilidad de variedades y baja de precios de los productos locales". Su par Federico Glustein aseguró –según publicó Infobae-: "Inicialmente, podemos pensar que ingresará una fuerte oferta de alimentos más baratos, lo que podría ayudar a competir con los precios locales que están altos en dólar (a CCL) y puede haber un alivio en los bolsillos de los consumidores, tanto por el precio del bien importado como por una baja o estabilización de los productos locales".

La reacción negativa vino desde la Unión Industrial Argentina (UIA), que mostró su preocupación por la decisión del Gobierno de dar beneficios fiscales a la importación de alimentos con el objetivo de contener los precios al consumidor y consideró que esa medida "afecta seriamente la competitividad" de los productores locales.

Desde la entidad señalaron: "Mientras los productores nacionales deben pagar en cuatro cuotas mensuales y con impuesto PAIS los insumos necesarios para la fabricación, los importadores de bienes terminados estarán exentos de impuestos y tendrán acceso total a las divisas necesarias en un solo pago a 30 días. El anuncio afecta seriamente la competitividad de las empresas que operan, producen y emplean en el país", agregaron.

Por su parte la economista de la consultora EcoGo, Rocío Bisang, advirtió: "No me resulta obvio que una apertura de importaciones en alimentos, que es una industria que en algunas ramas está bastante concentrada, con jugadores fuertes y capacidad de imponerse, signifique necesariamente una baja de precios".

Sostuvo que la aplicación de la apertura "depende mucho de la estructura de cada mercado", por lo que "hay que ver cómo se implementa". Señaló también que "tampoco es menor como se estructuran las cadenas de distribución y el poder de mercado".

La vara de la indigencia

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el valor de la canasta básica total (CBT) llegó en febrero a $690.902, tras aumentar 15,8 % en relación a enero. El estudio mide el total de gastos que debe hacer una familia tipo para cubrir el 100 % de sus necesidades básicas durante un mes. Por lo tanto, los hogares con ingresos inferiores a una CBT son técnicamente considerados pobres.

En paralelo, el organismo presentó la actualización de la canasta básica alimentaria (CBA), estudio que mide el total de gastos que debe hacer una familia para cubrir únicamente sus necesidades alimenticias. En este caso, la CBA ascendió a $ 322.851 y las familias con ingresos inferiores a ese monto pasaron a ser consideradas "indigentes".

De acuerdo a la medición, la CBT cerró el primer bimestre con una suba del 39,4 % (2,8 puntos por encima de la inflación), mientras que la CBA registró un incremento del 34,1 % (2,5 puntos por debajo del IPC general).