Mocoretá: los menores podrán ingresar a hoteles solo acompañados de sus padres
Lo dispuso el magistrado local a raíz de un presunto hecho de violencia ocurrido en un hospedaje en el que trabajaban dos chicas adolescentes. A nivel general, se estableció la orden de control para los edificios. De modo particular, a los tutores se les solicita mayor responsabilidad.

El Juzgado Civil, Comercial, Laboral, Familia, Niñez, Adolescencia y de Paz de Mocoretá ordenó que los hoteles y alojamientos de la localidad verifiquen que el ingreso de niños, niñas y adolescentes se realice en compañía de un representante legal. También deben exigir a los adultos la presentación de documentación que acredite el vínculo.
La decisión la tomó el magistrado Luis Jorge Podestá al intervenir en el caso de dos chicas menores de edad que habrían sido víctimas de violencia en las instalaciones de un hospedaje de esa ciudad. El padre de una de ellas denunció penalmente por varios delitos a la encargada del hotel. Las jóvenes vivían en ese alojamiento y cumplían tareas de limpieza para colaborar con la economía familiar.
Debido a que los sucesos habrían ocurrido en un contexto laboral -en el que quien tiene a cargo el hotel aprovechó su posición superior para ejercer violencia-, y dada la verosimilitud de los hechos relatados, la asesora de Menores e Incapaces, Valeria Soledad Fornaroli, pidió protección para ambas. La denuncia se tramitó tanto en el ámbito penal como en el civil.
El juez ordenó a los hoteles y alojamientos controlar que el ingreso de menores se realice en compañía de un representante legal o tutor, a quien deberán exigir que presente la partida de nacimiento o DNI con datos de los progenitores de los menores de edad en el primer caso o resolución judicial, en el segundo.
Mandato preventivo
El mandato preventivo es una medida que el juez puede tomar cuando tiene conocimiento de que es probable que un daño ya ocurrido se repita o se agrave. Es un instrumento que en el fuero civil busca resguardar eficazmente los derechos de las personas.
Por otro lado, los informes periciales realizados indicaron coherencia en el relato de los hechos, trauma, ansiedad y signos de depresión.
Los profesionales hicieron notar que los adultos no ejercieron el debido control y supervisión que debían tener sobre sus hijas, y desconocían en absoluto lo que les estaba pasando. Esa situación demostraba una irregularidad en rol de padres, así como en la falta de comunicación o confianza en el vínculo, y en cierto punto "desentendimiento de su parte en la responsabilidad parental que deben ejercer".
Prohibiciones
Podestá ratificó las medidas de prohibición de acercamiento, perturbación e intimidación de la encargada del hotel y notificó a la comisaría local esa resolución. A los adultos -padres y madres- les advirtió que debían ejercer los derechos y asumir las responsabilidades propias de la responsabilidad parental y les impuso reglas de conducta. Entre ellas, prestar real atención y compromiso para con sus cuidados; guiarlas en su desarrollo y educación; y asegurar la escolarización.
Además, exhortó a la Dirección de Protección de la Niñez y la Adolescencia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia a brindar atención y contención indispensable a las adolescentes.


