Por la baja rentabilidad, el remís se volvió una "actividad de subsistencia"
En el último año y medio, 2.000 choferes se quedaron fuera de la actividad ante la falta de autos disponibles. Analizan un nuevo aumento de la tarifa.

Desde hace tiempo la situación de los remises es complicada. La baja rentabilidad, el aumento de los insumos, la merma en la cantidad de pasajeros, una tarifa que no cubre los gastos y la falta de vehículos disponibles fue mellando en el sector.
"La situación en Corrientes no se diferencia de lo que sucede en el transporte en general en el país, es una cuestión de falta de amortización de costos, incrementos constantes en los insumos, más allá de que estuvo acertada la legislación de la Municipalidad al extender la antigüedad de los modelos, pero eso en el final viene a ser un parche y no una solución de fondo", dijo el titular de la Asociación de Remiseros de Corrientes, Juan Castillo.
Otro problema es que muchos vehículos fueron retirados de la actividad debido a que no dejaban buenas ganancias, lo que impactó fuertemente en la mano de obra.
"En una época compraban vehículos para alquilarnos y ahora, como no amortizan esa inversión les cuesta mucho mantener las unidades y se volcaron a otro tipo de inversiones; entonces, el más perjudicado en todo esto fue el conductor que no tiene vehículo", contó Castillo en el programa El matutino de Mega, de la radio La Red Corrientes.
En ese sentido, Castillo agregó que "2.000 choferes se quedaron sin vehículo en el último año y medio. La mano de obra desocupada fue altísima en lo que respecta a la conducción".
Recordó que, en 2017, el 80 % de los vehículos eran alquilados y hoy es solo un 20 %.
"Los créditos son asequibles, no se amortizan las inversiones y nuestra actividad fue mutando en lo que respecta a propietarios conductores. Todo tiene que ver con la rentabilidad y cuando esta es baja no hay una certeza en recupero o amortizaciones. Hoy, el remís se convirtió en una actividad de subsistencia.
Con respecto a la demanda destacó que, si bien hubo una merma, teniendo en cuenta la situación económica y social es destacable. "Estamos conformes con la demanda, el usuario todavía utiliza el servicio, más allá de que nosotros también venimos atrasados a las actualizaciones y eso permite seguir utilizándolo", dijo.
El comportamiento del usuario se modificó ya que antes los clientes habituales utilizaban, por ejemplo, los viernes, sábados y domingos para concurrir a algún lugar de esparcimiento y hoy solo lo hacen una vez.
Tarifa
En este contexto de suba en el precio de los insumos, la tarifa también sufrirá una modificación en las próximas semanas.
"Se va a concretar, pero todavía no tenemos una fecha cierta. Nos informaron que algunos insumos tuvieron un incremento nuevamente de entre 5 % y 8 %; parece poco, pero para la actividad es mucho y trasladar todo eso a la tarifa se torna cada vez más difícil. De todas manera estamos estudiando bien las modificaciones a realizar porque no queremos que la demanda baje", expresó.
De acuerdo a una polinómica de costos que realizó el sector, para contar con un servicio totalmente rentable la tarifa debería actualizarse un 80 %, pero dado el contexto es poco probable que suceda.
"El mercado no permite establecer esos precios, pero eso es lo que marca la realidad", agregó. Así, el próximo incremento rondaría los $ 200, pero para ello esperan que todas las empresas y trabajadores lleguen a un consenso en cuanto al precio final y desde cuando comenzaría a regir.
Como ocurre todos los meses, se espera que en las primeras horas de septiembre las petroleras vuelvan a ajustar sus precios en las bocas de expendio para compensar el impacto de la inflación del mes pasado (4 %) y de la evolución del dólar oficial (2 %).
Fuentes vinculadas al sector anticipan que el incremento no será menor al 3 %.


