La institución más valorada del país resiste con muestras de prestigio el embate mileísta

En medio de una crisis presupuestaria sin precedente, las universidades nacionales subsisten como pueden ante el desmantelamiento del Estado perpetrado por el gobierno de Javier Milei, quien vetó la semana pasada la ley de financiamiento para las casas de altos estudios sancionada por el Congreso.
Ahora, la lucha para ratificar la ley, que dispone un incremento en las partidas presupuestarias para el funcionamiento de las universidades y una actualización en los salarios de los docentes y nodocentes , deberá darse en el Congreso, como ocurrió con la también vetada movilidad jubilatoria.
En este caso, Milei consiguió en la Cámara de Diputados de la Nación los votos necesarios para que la ley no sea ratificada. Al parecer, el financiamiento universitario correría otra suerte: el veto podría quedar sin efecto.
El embate del mileísmo contra el sistema universitario argentino choca con la opinión pública. Según la consultora Zuban Córdoba, el 71,5 % confía en la universidad pública, la institución con mayor prestigio del país, seguida por la salud pública, 71,2 %, y el Conicet, 64,3 %.
La contracara es el profundo desprestigio de la Justicia. El 86,1% desconfía de ella, la institución más devaluada. Los datos son del informe nacional de septiembre.
Las dos marchas federales en defensa de la Universidad realizadas en Argentina, el 23 de abril y el 2 de octubre –ambas masivas–, son la traducción en la calle de los números de la encuesta de Zuban Córdoba.


El prestigio de la educación superior argentina no es un bluff. QS Quacquarelli Symonds, analista global de la educación universitaria, publicó el jueves pasado la 14.ª edición del QS World University Rankings: América Latina.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) se metió en el top ten de los centros de altos estudios de la región, entre 437.
La Universidade de São Paulo (USP) ocupa el primer puesto; la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC), el segundo; la Universidade Estadual de Campinas (Unicamp), el tercero, y el Tecnológico de Monterrey, el cuarto.
La Universidade Federal do Rio de Janeiro sube del octavo al quinto puesto, mientras que la UBA se mantiene en la posición 10 y ocupa el 71.° en el ranking mundial.

Dentro del top 100, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) ocupa la posición 22; la Universidad Austral, el puesto 26; la Universidad Nacional de Córdoba está 33; la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA), 39; la Universidad Torcuato Di Tella, 53; la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad de San Andrés (Udesa) comparten el lugar 58; la Universidad Nacional de Cuyo, 79; la Universidad Nacional del Litoral, 85, y el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), 96.
El comunicado de QS destaca especialmente la "reputación internacional" y la "colaboración transfronteriza en investigación" de la Universidad de Buenos Aires, así como la "resiliencia" del sistema universitario argentino en medio de "la recesión económica nacional y la intensificación de los problemas de financiamiento".
A nivel regional, la UBA quedó en 2.° lugar en el indicador de "reputación académica" (superada solo por la UNAM de México), y también en 2.° lugar en cuanto a reputación entre empleadores (superada solo por la Universidad de Chile).
Brasil es el país más representado en la clasificación, con 96 universidades destacadas. Le siguen México, con 63, y Colombia, con 61.

Ahora bien, cuál es el lugar que ocupa la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) dentro del sistema argentino. Entre 146 casas de altos estudios, ocupa el puesto 11.°, precedida por la Pontificia Universidad Católica Argentina y seguida por la Universidad Nacional de Quilmes.
El ranking nacional lo lidera la UBA, a la que siguen las universidades de La Plata, de Córdoba, de Rosario, Tecnológica Nacional (UTN), del Centro de la Provincia de Buenos Aires, del Sur, de Tucumán y el Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires.
La Universidad Nacional del Litoral ocupa el 13.er lugar; la de Cuyo, en el 14.°; la de Mar del Plata, en el 15.°; de San Andrés, en el 16.°; de San Luis, en el 17.°; de San Martín, en el 18.°; de San Juan, 19.°, y del Comahue, en el 20.°.

Los salarios, por debajo de la línea de pobreza
El prestigio del sistema universitario argentino se sostiene pese a que la mayoría de los docentes cobra salarios cuyos montos están por debajo de la llamada línea de pobreza , que es el costo de la canasta básica total (alimentos y servicios básicos). Esta cifra es actualmente de casi un millón de pesos para una familia de cuatro integrantes.
"Un profesor adjunto con dedicación exclusiva –que significan 40 horas semanales, 8 horas diarias y que probablemente es un docente con posgrado– y con 7 años de antigüedad, hoy está cobrando por debajo de la línea de pobreza", dijo Marina Stein, secretaria general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional del Nordeste (Adiunne).
Un jefe de trabajos prácticos (JTP), con igual dedicación y 15 años de antigüedad, y un auxiliar de primera, con 20 años, ambos con dedicación full time, cobran también "por debajo de la línea de pobreza", señaló Stein, en declaraciones publicadas por UNNE Medios.
"En síntesis, en un momento inédito en la historia, 4 de 5 categorías del nomenclador universitario (asociado, adjunto, JTP y auxiliar de primera), y 12 de 32 categorías del nomenclador preuniversitario (maestras/os de grado, preceptor/a, entre otros) tienen salarios netos por debajo de la línea de pobreza, para diferentes segmentos de antigüedad", aclaró la investigadora.
La ley de financiamiento sancionada por el Senado de la Nación "viene a traer un alivio al ahogamiento presupuestario que ha generado este gobierno desde que asumió para las universidades nacionales, porque actualizará, de manera bimestral, los gastos de funcionamiento, que representan el 8 % del presupuesto educativo, de acuerdo al índice de precios al consumidor (IPC)" , explicó Stein.
Además, la norma dispone una actualización de manera mensual según el IPC de los salarios del sector, que ya registraron "una pérdida del 40 %" del poder adquisitivo.
Redacción


