El drama de alquilar: inquilinos aseguran que la situación "ya no da para más"
Las dificultades para afrontar un contrato son cada vez mayores. Más de la mitad de los ingresos se destinan al alquiler. Advierten sobre un crecimiento en las suspensiones de pagos y en los desalojos judiciales.

Con la derogación de la ley de alquileres, a fines del año pasado, los contratos de alquiler comenzaron a pactarse bajo libre negociación de las partes, con ajustes cada tres o cuatro meses, en pesos y atados a la inflación. Este cambio fue señalado como positivo por el sector inmobiliario, pero del otro lado la situación es cada vez más dura.
Las 16 agrupaciones de inquilinos nucleadas en la Federación de Inquilinos advirtieron sobre un crecimiento en las suspensiones de pagos de los alquileres y en los desalojos judiciales debido a que el impacto en el bolsillo es el más alto de la historia. En ese sentido, alertaron que esta situación puede ser el inicio de una profunda crisis habitacional y social.
En Corrientes, la situación es similar. Desde la Asociación de Inquilinos local señalan que las familias deben endeudarse para poder hacer frente a los gastos del alquiler y que la situación es muy compleja.
"Prevemos en el corto plazo que la gente que desde hace varios años está afrontando una dificultad cada vez mas creciente del pago del alquiler ahora está llegando a un límite muy difícil. Los ingresos de la población en general están congelados, particularmente de las personas que no trabajan en relación de dependencia y que día a día tienen que realizar alguna actividad informal para tener algún ingreso. Con esta economía la gente ve cada vez más reducida sus ventas y la prestación de algún servicio que ofrecen, por lo que los ingresos son cada vez más magros. Los alquileres, en cambio, nunca pararon de subir", comentó a República de Corrientes Adrián Sandoval, el titular de la Asociación.
Agregó :"La mayoría de los contratos, después de la entrada en vigencia del DNU, se hacen enlazados a la inflación. En ese sentido, hablamos de un contrato que cada 3 o 6 meses tiene un aumento considerable. Lo cierto es que la mayoría de la gente fue acumulando deudas. Hay personas que pagan una deuda de deudas. Tienen que sacar créditos con bancos, financieras o familiares para poder pagar deudas relacionadas al alquiler. Eso es algo que nos muchos nos comentan. La situación ya no da para más", aseveró Sandoval.
Consecuencias del DNU
En el comunicado, la Federación de Inquilinos señaló: "La libertad de contratación es en realidad una libertad de negocios que nos encadena a destinar la mitad –o más– de nuestros ingresos del hogar solo al pago del alquiler. Trabajamos la mitad del mes para el rentista".
Según lo informado a través de un comunicado, "la Argentina triplicó la cantidad de familias inquilinas en las últimas tres décadas, mientras el impacto del alquiler en el bolsillo del trabajador/a que alquila es el más alto de la historia".
En ese marco, las entidades sostienen, "muchísimas familias, parejas o personas solas, que ya no pueden afrontar aumentos trimestrales atados a la inflación, buscan desesperadamente una habitación en una vivienda particular compartida. Los jóvenes que tienen donde volver lo hacen a la casa de los padres o familiares, y otros simplemente se quedan en la calle invisibilizados".
"Las consecuencias del DNU 70 del gobierno de Javier Milei, es un retroceso de 100 años, cuando las familias trabajadoras vivían hacinadas y no podían ejercer ningún derecho, solo entregar su fuerza de trabajo y pagar el alquiler. En nombre del perverso y cínico ‘acuerdo entre partes’, de Ushuaia a La Quiaca tres millones de hogares inquilinos están sufriendo la mayor extracción de ingresos que se recuerde y cuyas consecuencias son dramáticas. El Gobierno ha nacionalizado el saqueo sin ley ni protección alguna", recalcaron.
"No hay una sola organización comunitaria que desconozca lo que ocurre, porque inquilinas e inquilinos somos la mayoría de los que trabajan y los que estudian. El futuro inmediato es obvio: empieza a proliferar la suspensión de pago, crece el desalojo judicial. Nos adentramos en una crisis habitacional que desembocará inevitablemente en una crisis social", concluyeron desde la Federación.


