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Historias de canciones

Amorcito sanluiseño, el chamamé que rompió con la crisis autoral

Chamameceando. Ángel Piciochi, en una de sus habituales actuaciones. Crédito: Julio Espíndola

Dos autores correntinos compusieron una obra que ganó gran aceptación por parte de la juventud y es requerida en distintos festivales de la música del Litoral. Ambos conversaron con República de Corrientes y dejaron varios pensamientos sobre la actualidad del género.

El chamamé relata la historia de un hombre que quedó asombrado por la belleza de una correntina nacida en el paraje El Tacuaral, en el departamento de  San Luis del Palmar. La conoció en un bar en medio de las fiestas patronales, que transcurren el 25 de agosto de cada año. Después de tratar de conquistarla, buscó encontrarla cada vez que visitaba ese pueblo.

El autor de la letra es Francisco Solano López, que, en diálogo con este matutino, nos relata la siguiente historia. Hace muchos años, en julio, durante la peregrinación del pueblo de San Luis hacia la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, el intérprete Ángel Piciochi escuchó una programa radial que conducía Solano López en su pueblo natal. Al observar que este se despedía de sus oyentes con un poema, rápidamente le prestó atención y se acercó hasta la emisora radial. Durante la charla, el intérprete nacido en Sauce, le comentó al poeta que su señora, Susana Lezcano, era oriunda del pueblo de San Luis del Palmar y le consultó si no tenía una letra que hable sobre la temática de las fiestas patronales para dedicarle y agregarle música. El poeta le entregó a Piciochi una letra que primeramente tenía el título de Muchachita de ojos claros . El sauceño le pidió permiso para modificar unos términos para que encajara la métrica y pudiera entrar en el tiempo de la música, agregándole un estribillo que contiene un mensaje personal. Ambos compositores rápidamente se pusieron de acuerdo y no hubo mayor problema y le colocaron el título Amorcito sanluiseño. Solano López conocía el alcance que tenía Piciochi dentro de la música, ya que hay un importante arrastre de la juventud del chamamé, cada vez que se presentaba en un escenario.

El chamamé Amorcito sanluiseño, que pertenece a Solano López y Ángel Piciochi, se registró el 23 de noviembre de 2009 en la Sadaic y se grabó en ese mismo año. Se publicó en el tercer trabajo discográfico del compositor sauceño titulado En busca de un nuevo sueño para el sello de Abraham Helú. En ese disco participaron Ceferino Godoy y Antonio Franco como acordeonistas, Ramón Oviedo colaboró en la guitarra, y la voz inconfundible de Ángel Piciochi. Además de ganar gran aceptación popular este tema tiene también versiones registradas por agrupaciones como Los Criollos de San Luis, Panchito Galarza y Los Camperos del Litoral.

Un poeta bien de adentro

El autor Francisco Solano López, que recibe el apelativo de el Pescador, nos recibió en la calidez de su hogar en el barrio Parque Cadenas de esta ciudad. Durante una extensa charla nos comentó que nació en el paraje Lomas de Aguirre, tercera sección del departamento de San Luis del Palmar, provincia de Corrientes. Dentro de esa zona rural acudió a la Escuela N.º 341 y tuvo la oportunidad de ser abanderado. Explicó también que durante esos años empezó a escribir versos para los actos escolares, "un don que Dios me dio", aseguró. 

 

 "Durante el Mundial
de Rusia 2018,
en el Día del Padre, Diego recibió de
su familia un poema que lo emocionó"

ÁNGEL PICIOCHI
AUTOR Y COMPOSITOR

 

Se considera un defensor de la gente del campo y le molesta cómo se utiliza a esos trabajadores que son el sustento de un país porque se dedican a la agricultura y la ganadería. Lo dice en su poema titulado Campesino de mi patria. "De qué valdría el dinero si no se trabaja la tierra, de la plata no se vive", nos asegura y, por eso es respetuoso de esas personas. Del mismo modo tiene un reconocimiento a los aborígenes, que son los auténticos dueños de estas tierras.

La facilidad de manejar el idioma guaraní le permitió ingresar a un campo en el que algunos poetas se encuentran excluidos. Siempre en sus versos agrega algunas palabras convirtiendo obras en jopará, es decir, una mezcla entre el idioma aborigen y el castellano. 

En su faceta artística lleva adelante la dirección de su conjunto Los Criollos de San Luis, que tiene cinco trabajos discográficos publicados en sellos como Abraham Helú y Rey Producciones. El primero de ellos Sábado y Bien sogüé, Andate nomás a dormir, Gracias Virgen de Itatí, El ñandú Coroy, Amigos Hermanos Barrios y un sexto que viene en camino que se va a llamar No nací para correr, destacando la fortaleza del ser correntino.

Solano López nos comenta también que hoy el chamamé después de ser declarado como patrimonio inmaterial de la humanidad, sufre un decaimiento en los temas musicales, principalmente en la creación. En la cual hay que incentivar a la gente joven. "No es fácil componer una letra, conjugar y agregarle música", dice. "A veces es más fácil cantar un arroz con leche antes que cantar nuestro chamamé". Además, sostiene: "Hay que ser respetuoso, principalmente a todos nuestros artistas que nos han dejado con respeto bien asentado, nuestra música. El chamamé no es cualquier cosa, para el correntino es una identidad. Por ejemplo, una referencia, cuando se interpreta la música de Tarragó Ros, que hoy continúa vigente, la gente se viste de gaucho y salen cantando otras canciones que no son chamamé, eso no tiene sentido.

Francisco Solano López. Uno de los autores del chamamé Amorcito sanluiseño. Crédito: Guido Rodríguez

Este género es reconocido mundialmente, hay que formarse y respetar lo nuestro", agregó.

En referencia a su actividad autoral escribió muchas letras, por ejemplo, Canto a San Luis, que se la entregó al bandoneonista Paquito Aranda. Otra obra se llama Chamamé, mi chamamé ya que nunca fue a la Fiesta Nacional escribió nombrando al anfiteatro, a figuras como Simón de Jesús Palacios, Mario Bofill y Paquito Aranda.

Pero también cedió algunas obras esperando que le coloquen música, sin embargo, nunca aparecían esas composiciones. Manifiesta que "es lindo escuchar su nombre cuando resaltan el autor de las creaciones, porque lo satisfacen. El poeta distribuye sus trabajos por todos lados y muchos músicos no tienen un poeta al lado", agregó.

Emocionar a Maradona

En diálogo con República de Corrientes, Ángel Antonio Piciochi nos comentó que nació en la ciudad de Sauce, en el sur de la provincia de Corrientes. Hace 35 años que transita los caminos de la música y actualmente dirige su propia agrupación Ángel Piciochi y Los Ángeles del Chamamé, llevando su mensaje en distintos escenarios de este territorio nacional.

Su padre, Ángel, fue docente y supervisor general, trabajó en el Hogar Escuela en la ciudad de Corrientes. Le enseñó las primeras notas en instrumentos como el bajo y después la guitarra, ya que este integró una banda de música típica que hacía covers de conjuntos como Los Iracundos, Los Linces, Pomada y otros. 

A esto hay que agregar que también su padre, que era un autodidacta, le inculcó al joven Piciochi leer y modificar biografías de autores contemporáneos, para que pueda sacar un vocablo y agregar algunos sinónimos. Esta enseñanza le permitió incursionar en la parte autoral con una idea que sus composiciones mantengan un mensaje profundo, brindando un tipo de enseñanza, que sea comprendido por la gente utilizando un idioma campero. Además conservando una forma de hablar del ser provinciano, sin caer en un lenguaje chabacano. Esto permitió agregarle un sello propio e incursionar en un estilo que hoy lo identifica. 

En su faceta artística acompañó como bajista y animador dentro del conjunto de su compoblano el guitarrista y cantor Edgar Duarte. También en la producción de sus discos y colaborando con recitados que escribía para conjuntos de figuras como Tilo Escobar, Conjunto San Fernando,y el Dúo Pérez-Gamarra, entre tantos otros. Dentro de su faz autoral ha registrado más de cien títulos, que lo colocan como uno de los compositores más importantes de los últimos años. También ha colaborado con diferentes intérpretes del género. Por ejemplo, entregó una letra que se titula Amor de fans, grabada por Los Hijos de los Barrios, Hoy me propongo olvidarte registrada por el conjunto de Sánchez-Carles y una gran cantidad de títulos firmados con Edgar Duarte como Sos el amor de mi vida, Te quiero, pero me voy, Tu adiós me cambió la vida, entre otros. Después de incursionar por distintos conjuntos como Los Del Campo, Los Puebleros y Los Cuñados, inició su propio derrotero. Hay una lista de temas que se han vuelto verdaderos clásicos y que lo identifican rápidamente como Dame mi ropa y me voy, Princesa, que le escribió a su hija Bianca; Te juro que te quiero, y Saltando la cuneta.

También nos comentó que cuando llegó a la ciudad de Esquina, provincia de Corrientes, donde vive actualmente, se enteró que su padre estaba transitando una enfermedad terminal. En ese momento, trató de inspirarse y le escribió unos versos. Mientras pensaba unas líneas, buscó representar diferentes etapas en las  que uno transcurre en la vida como hijo frente a su padre, principalmente en la rebeldía de la adolescencia, y como resultado fue el poema Che taitá. Un amigo de Diego Maradona, que vive en la ciudad de Esquina, lo escuchó y  le envió el tema musical a la hermana del astro del fútbol. Durante el transcurso del Mundial de Rusia 2018, en el Día del Padre, Diego recibió un mensaje de su familia para que escuche ese poema que lo emocionó hasta las lágrimas, porque le hacía recordar a su padre Chitoro. Diego se tomó una pausa en el aeropuerto de Berlín, grabó un video agradeciéndole al autor la profundidad de su poema publicado en sus redes sociales. Cuatro años después, durante la transmisión del Mundial de Qatar, desde Venezuela en el programa La zurda infinita, el locutor Víctor Hugo Morales y el exjugador Juan Pablo Sorín recordaron ese momento. Sobre este hecho, Piciochi nos comentó que está agradecido: "Es un recuerdo que lo voy a tener para siempre. Maradona es el único de los chamameceros que me mencionó a mí, fue una verdadera satisfacción y un orgullo. Fue un regalo más en la vida".

Sobre la actualidad del chamamé coincide con Solano López que hay una crisis autoral dentro del género.

Piciochi nos dice que hoy hay pocos autores en el chamamé. "A lo largo de los años existieron personas que a través de su pluma han marcado un antes y un después.

Realmente si yo volviera a nacer no estaría a la altura de los grandes como Miqueri, Martín Barrios, Jorge Codutti, Edgar Estigarribia o Julián Zini .Ellos tenían una poesía y una forma de escribir", explicó.  Además pone como ejemplo al mundo de la política cuando una figura ganó las elecciones y no genera un delfín para que lo suceda, eso pasa hoy en el chamamé. "En este caso, se trata del egocentrismo de algunos poetas y me sumo a ese tren", aseguró. "A veces uno no se abre a los demás y no trasmite su sabiduría y sapienza, se guarda y se reserva, o lo pone bajo cuatro llaves para que no se transmita a las nuevas generaciones y puedan generar sus propias composiciones". A esto agregó sobre todo una política cultural. "No puede ser que en los festivales de chamamé siempre se toquen los clásicos y no se abran las puertas a otras obras y nuevos conjuntos. Hoy el chamamé tiene que tener un aggiornamento, porque sino la juventud se cansa de escuchar siempre lo mismo", finalizó.