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Una historia de superación

María Valenzuela, una joven ciega que lucha por construir un mundo más accesible

Desde su trabajo en la Legislatura, al transcribir un libro en braille y producir tarjetas sobre violencia de género, la abogada continúa trabajando en proyectos que promueven la inclusión.

María de la Esperanza Valenzuela brilla con una luz que ilumina el camino hacia la inclusión y la igualdad. A sus 32 años, esta abogada ciega de nacimiento decidió no solo ser testigo del cambio, sino convertirse en una agente transformadora dentro del ámbito del derecho y la discapacidad. Su historia es un testimonio de perseverancia y amor por el conocimiento.

María de la Esperanza Valenzuela abrió las puertas de su trabajo a República de Corrientes en la Dirección de Relaciones Institucionales de la Legislatura. Con una pasión incansable por el acceso a la información, su último logro fue monumental: la traducción al braille del libro Balance de los 40 años de democracia en Argentina, del senador provincial Noel Eugenio Breard. 

Este esfuerzo no solo le tomó tres meses, sino que también representa un avance significativo para que las personas ciegas tengan acceso a obras importantes en formato braille y convencional. El libro ahora se encuentra disponible en la Biblioteca de la Legislatura, asegurando que todos los correntinos puedan disfrutarlo.

Pero el impacto de María va más allá de este proyecto. Ha creado tarjetas en braille sobre violencia de género y continúa trabajando en iniciativas que promueven una mayor inclusión en su comunidad. Su dedicación es un faro que guía a otros hacia un futuro donde todos puedan acceder al conocimiento y a los recursos sin restricciones.

La historia de vida de María es una inspiración. Se graduó como abogada en 2021 en la UNNE, enfrentando desafíos únicos durante su trayectoria académica. Ingresó a la carrera con dudas, pero decidió arriesgarse; poco a poco se adentró en el estudio, recibiendo apoyo incondicional de sus compañeros y familiares. "Le pasaban apuntes a mi mamá para que me los dictara", recuerda con cariño. Las largas noches estudiando junto a su madre fueron momentos cruciales para su éxito.

 

"La inclusión no es 
solo la tarea de unos pocos, es una 
responsabilidad colectiva construir puentes y abrir 
puertas para los demás"

MARÍA VALENZUELA
ABOGADA

 

"Tuve varias amistades y compañeros que se ofrecían a ayudarme y explicarme los temas. También antes de algún examen, me iba a la casa de alguno o ellos venían a la mía y me leían", detalló. 

María también resalta que no está sola en este camino; hay otros estudiantes ciegos como ella que están rompiendo barreras educativas. "La ceguera no es una limitación", afirma con determinación. Sin embargo, ella también señala que aún hay mucho por hacer para mejorar la accesibilidad en Corrientes, desde rampas hasta semáforos sonoros, dispositivos que emiten sonidos para indicar a las personas con discapacidad visual o con otras condiciones si pueden cruzar la calle.

Esta joven ama profundamente el braille; reconoce que, aunque la tecnología avanza, sigue siendo vital para muchos estudiantes ciegos. Además, con su experiencia estudiando tanto en escuelas comunes como especiales, subraya un mensaje poderoso: todos los niños merecen acceso a una educación inclusiva sin miedo a ser excluidos.

Al final del día, María Valenzuela no solo es una abogada, también es un símbolo de esperanza y resiliencia para todos aquellos que luchan por sus derechos y su lugar en el mundo. Su historia nos recuerda que cada esfuerzo cuenta y que juntos podemos construir un futuro más accesible y justo para todos.

Su mensaje para aquellos que enfrentan dificultades es claro: "Sigan intentando y busquen apoyo". La perseverancia es clave, y aunque haya momentos difíciles, siempre hay alguien dispuesto a ayudar.

"Cada uno tiene el poder de ser un agente del cambio, ayudando a crear un entorno donde todos tengamos las mismas oportunidades para brillar. La inclusión no es solo la tarea de unos pocos; es una responsabilidad colectiva construir puentes y abrir puertas para los demás", enfatizó. 

"Sobre mis sueños, todavía no estoy segura, pero lo dejo todo en manos de Dios", agregó. 

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