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Reconocimiento

Recordaron a Los Hermanos Barrios en la 5.ª edición de A Bailar Chamamé

Fue uno de los eventos más importantes del fin de semana, que reunió una gran cantidad de artistas del género musical. La quinta edición fue  organizada por la Municipalidad de Corrientes. Se llevó a cabo en el predio del Regimiento N.º 9 entre las avenidas 3 de Abril y Quevedo.

El espectáculo, programado para las 18, tuvo su apertura una hora después  por retraso en el armado de escenario, mientras el público accedía por una de las puertas principales con silletas.

En algunos casos, llevaban el termo  para los mates o un  termolar para las bebidas frías por el calor que caía por la tarde. Alrededor del predio había una cantidad de puestos gastronómicos para la elección de los presentes. La conducción estuvo a cargo de Raúl Báez, Johana Zabala y Miguel Ángel Romero. 

En la primera parte de la jornada se presentaron algunos conjuntos como   Benjamín y Joaquín Morales, Espuelas de Plata, Kevin González y Los Criollos de Corrientes, entre otros.

Raúl Báez, uno de los organizadores, comentó: "Esto comenzó en  noviembre de 2018. La convocatoria fue hecha para diferenciarnos de la Fiesta Nacional del Chamamé, con grupos que se dedican a la bailanta, tanto a nivel local y nacional, mezclado con una competencia de baile inédita, donde los concursantes tienen que bailar con una música en vivo. Es por sorteo y puede tocar cualquier grupo y cualquier tema. Hay un jurado renombrado que los evalúa".

Fue una propuesta de Néstor Barrios y el secretario cultural lo recibió de buena manera. Se decidió acompañar el homenaje a los creadores de esto tan lindo que llevan adelante hoy Los Hijos de los Barrios. 

Al hablar sobre los sancosmeños los recordó de la siguiente manera: "Los Hermanos Barrios eran personas maravillosas, muy humildes, amigables. La cantidad de discos que habían vendido, los escenarios recorridos de punta a punta y la sencillez que estaba siempre ahí. Con Martín Barrios teníamos una amistad profunda", dijo.

El profesor de danzas Sergio Amarilla es uno de los directores del ballet Las Siete Corrientes explicó sobre las  cuatro categorías que se presentaron en la competencia de baile: infantil, juvenil, mayor y adultos. Están seleccionados por edad y se puede ver el despliegue entre los pares de bailarines. 

"Esto nació con la primera edición de este tipo de evento. Buscamos que participen todas las personas, aquellas que no pertenecen a ningún ballet y se mueven en el ámbito de la bailanta. Darles el espacio para que el jurado los vea bailar y descubrir ese oro escondido que tenemos. En todas las ediciones hubo bailarines que no son académicos y es algo gratificante", dijo. 

Sin entrar en polémica, se lo  consultó sobre la actualidad del baile en el género chamamecero. Comenta que hoy en día observa nuevas modalidades que, a la hora de buscar un premio, se cruzan barreras y empiezan a degenerar un poco las raíces. Gracias a Dios, hay muchos profesores  en Corrientes que hoy apuntalan cómo se debe bailar el estilo correntino.

Mientras se ajustaba el sonido, Coquimarola actuaba regalando la interpretación de clásicos como  Mi selva eterna, Caminito del sol, y Tu lejanía me mata. En un momento destacado de su actuación interpretó el valseado La polvareda, para la categoría juvenil en la competencia de baile.

Más tarde, aprovechó para decir algunas palabras en el escenario: "Qué lindo el lugar donde estamos, los correntinos están gozando con nuestra música, se tomó conciencia sobre esto y legado que tenemos que cuidar", Y cerró su actuación el chamamé El galpón. 

El músico tiene muchas cosas lindas

"Estoy muy contento y estas cosas hacen bien a la gente. El marco del público, la Municipalidad con esta clase de proyecto hace que nuestra música siga viva, esperando la Fiesta Nacional que empieza en enero. La infraestructura, el escenario, los músicos, el lugar maravilloso, y, en nombre de todos los músicos, que sigan para bien", dijo, en diálogo con este diario. También recordó sus primeros años, con  momentos difíciles en la música  y hoy los cuenta como anécdota.

Los Hermanos Barrios son dueños de un estilo de música, gente muy buena y maravillosa. Son la digna expresión de nuestra idiosincrasia, hombres con mucho trabajo.

"Ellos también  tuvieron que dar muchas vueltas, lograron tener un éxito, un estilo de música como lo tuvieron Cocomarola, Montiel, Isaco, Tarragó Ros, hay una infinidad de gente. Ellos están en esa estantería. Siempre visitaban a mi papá cuando él ensayaba, varias veces los he visto cuando eran jovencitos. La familia de Los Barrios son gente agradecida y nosotros también, el cariño de la gente nos mueve a que estemos los músicos arriba de un escenario. No se tiene que perder el chamamé en lugares rurales, en toda su expresión". 

Al referirse al acordeonista Monchito Merlo, tiene muchas condiciones, tiene su zona de influencia donde hoy trabaja. También lo definió como una persona que con el tiempo logró un estilo musical, es creador, es importante la creación. 

El autor referencial

Un momento de quiebre del evento fue el conjunto de Trébol de Ases, bajo la conducción de Gustavo Miqueri, entregando títulos que se encuentran en la memoria del ser correntino como La caú, Nuestra dicha, Camino a Tres Palmas, Cañada Fragosa y Me llaman el campiriño. En una parte de su espectáculo, homenajeó a Los Hermanos Barrios cantando un extracto de Viejo naranjal.

Nos brindó algunas declaraciones. Por ejemplo, algunos detalles sobre la amistad entre Los Barrios y los Miqueri. "Los Hermanos Barrios representan  para una época el momento que se había retirado de los escenarios, como el caso del dúo  Vera-Lucero. El chamamé estaba en un momento indeciso de artistas relevantes. Aparecen ellos componiendo  y haciéndolo con una fineza increíble. Sobre el tema Mujer sin par, tiene una segunda parte que mi papá especialmente para ellos. Lo hacen de una manera diferente de la que grabó Vera-Lucero. A la letra le recompuso con otra parte y tiene una porción que no grabó mi papá. Le han puesto a mi papá como un estandarte en su época y nosotros tenemos la responsabilidad de mostrar sus obras. 

Sobre la referencia de la obra de Salvador Miqueri, su hijo Gustavo explica que muchas veces en su posteridad todos han tomado referencia de su padre  en la escritura y el modelo del  dúo Vera-Lucero. Comenta  que el chamamé sin poesía es como una caricia sin después, quiere decir que nos tiene que dejar una enseñanza de algo, culminar.

"En melodía es maravilloso, pero hay algo inconcluso; si tenés que interpretar una vivencia, una situación personal, que algún tema te ayuda a resolver".
Otro de los protagonistas fue el sauceño Ángel Piciochi con su agrupación. Entregó clásicos de su repertorio y desde el escenario agradeció a la Municipalidad y a todos los que hacen posible que el chamamé siga viviendo en sus corazones.

El chamamé tiene varias propuestas juveniles. En este caso se hicieron presentes Los Ángeles Románticos, cuya formación está integrada actualmente por Martín Rodríguez, Daniel González en voces, guitarra y bajo respectivamente, acoplándose Huguito Acuña en acordeón y Fernando Romero en guitarra.

Comenzaron el espectáculo interpretando un clásico del estilo romántico como Volvé, amor mío. Luego continuaron con su repertorio habitual que invitaba a bailar a los presentes en la pista mayor. 

En diálogo con República de Corrientes, Martín Rodríguez comentó que es un placer pertenecer al staff de Los Hijos de los Barrios. "Somos una rama del chamamé romántico que se creó hace 65 años. Lo hacemos a nuestro estilo. Tuve la suerte de conocerlos, menos a Modesto. Y compartir un baile, un show y varias guitarreadas".

La prolongación del canto romántico

En esta edición que se homenajeó a Los Hermanos Barrios, Tomasito brindó algunas palabras a este matutino. "Este tipo  de eventos es para homenajear a los hermanos marcaron una huella y un camino en el estilo romántico. Hoy, nosotros, con Los Hijos de los Barrios, tenemos la enorme responsabilidad de continuar con lo que ellos iniciaron. En las últimas semanas anduvimos por Ushuaia, Río Grande, en esa zona del país volvimos después de ocho años. Hay muchos chaqueños, correntinos y formoseños. Agradezco infinito a la gente que gusta del chamamé romántico y el apoyo incondicional que nos brindan en los lugares que tenemos para presentar nuestra música".

El momento esperado de la noche fue la actuación de Los Hijos de los Barrios. 

Néstor Barrios comenzó a recordar a su padre y tíos con fragmentos de títulos como Sé que te arrepentirás, Bajo un ceibo en flor, Mi estrella perdida, Viejo naranjal y Mamá Lala. 

Luego, interpretaron el repertorio que los identifica con obras como Te me vas, No creo más en ti y Demasiado tarde. En la parte bis fue invitado el acordeonista Damián Ayala para el cierre de la actuación.  Néstor agradeció a la Municipalidad de Corrientes por la invitación y la buena intención de recordar a Los Hermanos Barrios, ya que en el mes de octubre se cumplieron 65 años de su inicio como conjunto.

Desde la Sucursal del Cielo, Curuzú Cuatiá se hizo presente el cultor del chamamé Juancito Güenaga. El espectáculo que ofreció fue  maravilloso ya que hizo bailar y levantar polvareda a todo el público presente. Algunos de los temas que interpretó junto a su conjunto como Amelia, Laguna Totora, Gente Toro, Parada Pucheta, Guayquiraró Orilla, Colorado Rethá, manteniendo una buena interpretación de los instrumentos y la estética visual. En diálogo con este diario, recordó a los románticos sancosmeños: "Los conocí hace muchísimos años y mantuvimos una amistad hasta que fallecieron. Modesto cada vez que me veía me tocaba con el bandoneón el tema Curuzú Orilla. Ellos hacían con respeto con la música, al igual que Tarragó Ros, eran la bondad en persona".

Al final de esta edición, se presentaron la Junta Chamamecera, Matías González, Bruno Mendoza, José Álvarez y se esperaba la actuación del acordeonista Monchito Merlo. 

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