La Gendarmería interviene con camiones hidrantes y balas de goma

Esta tarde, una marcha de jubilados que se dirigió hacia el Congreso se tornó violenta, con enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes, muchos de los cuales estaban respaldados por hinchas de diversos clubes de fútbol. La situación escaló rápidamente, lo que llevó a la Gendarmería y a la Policía Federal a desplegar camiones hidrantes y utilizar balas de goma para despejar la zona.
Desde primera hora de la jornada, los jubilados, acompañados por simpatizantes de equipos de fútbol, comenzaron su movilización en rechazo a las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei. A medida que se acercaban al Congreso, la tensión aumentó y se registraron incidentes serios entre los manifestantes y los agentes de seguridad. Al menos dos personas fueron detenidas en el marco de estos enfrentamientos.

A medida que avanzaba la marcha, los barras empezaron a romper la vereda en el Congreso y lanzaron piedras contra los efectivos de seguridad. En respuesta, la policía activó un operativo antipiquetes, reforzando su presencia con más de 150 efectivos para mantener el orden y liberar las calles aledañas. Sin embargo, las arterias alrededor del Congreso seguían cortadas, y la situación continuaba siendo caótica.
Mientras estos violentos incidentes se producían en el exterior, dentro del Congreso se rechazaba un pedido del kirchnerismo para frenar la sesión legislativa. El gobierno consideró que la marcha poseía motivaciones políticas, por lo que intensificó el operativo para gestionar la situación, afirmando que haría "todo lo que permite la ley" para controlar la movilización y asegurar el desarrollo de las actividades en el Parlamento.
Con información de TN


